Por Tara Parker-Pope / The New York Times Company para Avalian

Nuestro manejo del estrés lo determina en parte nuestra propia resiliencia personal. La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a las adversidades. Y significa recuperarse de las experiencias difíciles.

Existen varias maneras de aumentar tu resiliencia. Dos investigadores del estrés, Steven M. Southwick y Dennis Charney, estudiaron a personas que habían estado sometidas a presiones enormes, como prisioneros de guerra o sobrevivientes de catástrofes. Descubrieron que las personas con mayor resiliencia a los desafíos extremos tenían más probabilidades de comportarse de las siguientes maneras para sobrellevarlos.

1. Adoptar una actitud positiva. El optimismo está fuertemente relacionado con la resiliencia.

2. Replantear la situación. Las personas resilientes suelen reformular una situación negativa como una oportunidad de crecimiento, aprendizaje o cambio.

3. Encontrar un modelo a seguir. Inspirarse en alguien que ha superado las adversidades puede fortalecer la resiliencia.

4. Recurrir a la religión o a la espiritualidad. Para muchas personas, la fe o las creencias espirituales inquebrantables pueden fomentar la resiliencia.

5. Buscar apoyo social. Las personas que recurren a amigos, familiares y grupos de apoyo se desenvuelven mejor en momentos de estrés.

6. Encontrar significado y propósito. Tener un propósito claro en la vida puede aumentar tu fortaleza emocional en tiempos difíciles.

No es necesario poner en práctica todos estos comportamientos para ser más resiliente. Basta con elegir algunos con los que te identifiques para que te ayuden a manejar mejor el estrés en tu vida.

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